Información Extra
El apóstol Pablo: El fanático religioso convertido, autor inspirado, admirable maestro y paciente mentor. Esta figura colosal irrumpió con fuerza en el escenario del mundo del primer siglo y dejo una marca indeleble de grandeza para no ser olvidada nunca. ¿Su vida? ¡Sorprendente! ¿Y su ministerio? Impresionante. Mientras hoy algunos lo consideran un santo, su propia descripción fue "el primero de los pecadores". Ninguna otra persona en la Biblia, aparte de Cristo mismo, tuvo tan profunda influencia en su tiempo y en el nuestro como Pablo. Fue un hombre de firmeza, con una mente, un espíritu y una fuerza de carácter inquebrantables al enfrentar duras dificultades y peligros. Firme, tenaz y valientemente inalterable, Pablo llevo adelante su misión divina con valiente determinación; y Dios lo uso admirablemente para darle un giro completo al mundo en su generación. Pero el mensaje y estilo de Pablo fueron también marcados por una apacible gracia. Este hombre, que atormento y asesino a los santos de Dios, entendió y explico la gracia mejor que cualquiera de sus contemporáneos. ¿Por qué? Porque él nunca fue más grande que su propia gratitud como recipiente de esa gracia. La superabundante gracia de Dios transformo a quien fuera una vez un agresor violento en un vocero de Cristo humilde pero poderoso. Un hombre con tanta firmeza necesitaba desesperadamente tal abundancia de gracia.