Información Extra
El autor de esta fantástica obra acerca de la oración nos muestra que la oración es acogida, disponibilidad a la luz que, gratuita e inmerecidamente, ilumina y está presente en cada uno de nosotros, y que podrá surgir hasta irradiar a todo el ser humano iluminándolo. Es la semilla divina que nosotros los cristianos hemos aprendido a llamar espíritu.
La vida y la luz están ya dentro de nosotros, el problema es que nosotros a menudo estamos fuera de nosotros mismos, distraídos y alejados. Es necesario emprender un largo viaje hacia la morada interior, donde el viviente nos espera desde siempre. La luz, el Espíritu, Dios es la perla preciosa, el tesoro escondido que ya llevamos dentro, en ese lugar qué hemos aprendido a llamar corazón.