NUEVA VERSIÓN REVISADA Por fin está disponible la reimpresión de este clásico de la literatura evangelística: Ante la puerta estrecha. El celo evangelístico de Spurgeon salta a la vista tanto en sus sermones como en su producción literaria, no solo en sus enseñanzas sobre la evangelización sino también en sus mensajes dirigidos directamente a los pecadores. En este último aspecto, tenemos ya en español libros tan valiosos como Solamente por gracia, tan solicitado por los lectores y, por desgracia, tan difícil de conseguir en España como rosas en el mar. Ante la puerta estrecha no es un libro evangelístico más. El autor buscó darle un enfoque muy concreto, dirigiéndolo no a los "millones de personas [...] alejadas de Dios y de la paz", sino "a un grupo más reducido que no se encuentra lejos del Reino de Dios". Efectivamente, Spurgeon era consciente de que hay personas que tienen una especial sensibilidad espiritual, unas inquietudes y anhelos que les llevan a buscar en medio de la maraña religiosa que les rodea. Personas que, sin embargo, sienten toda clase de impedimentos (internos y externos) para entrar por "la puerta estrecha" de que nos habla el Evangelio. A tales personas se dirige el autor con sensibilidad espiritual pero también con firmeza, quitando los obstáculos y excusas que aquellas encuentran en su camino al Reino de Dios. Paso a paso, considera el despertar espiritual que algunos experimentan, la singularidad de Jesús para responder a sus anhelos, y la necesidad de una fe personal en Él; explica la sencillez de la fe, disipa el temor a creer, resuelve los problemas en el camino de la fe, lleva al lector a contemplar la Cruz en toda su desgarradora realidad, exhorta a abandonar cualquier pecado que se interponga, responde a las objeciones que algunos suscitan, muestra la absoluta necesidad de la fe y da instrucciones prácticas a los nuevos creyentes. ¡Y todo en tan solo 102 páginas! "Sí -puede que alguien objete-, pero Spurgeon vivió hace más de 100 años y su mensaje puede estar desfasado". Se equivoca, sin embargo, quien tal piense. El mensaje de este extraordinario autor y predicador está dirigido -como el Evangelio mismo- al corazón del ser humano, no a sus circunstancias, por lo que resulta intemporal y continuamente pertinente. Tenemos, además, la ventaja de que, al traducirse al español, el lenguaje es completamente contemporáneo. Por si estas no fueran suficientes razones para utilizar el libro en la evangelización, podemos añadir dos más. La portada es particularmente atractiva. A veces no le damos suficiente importancia a este aspecto, pero la portada de un libro puede ser decisiva para que alguien se interese en él y empiece a leerlo. Por otro lado, la tirada especialmente grande de este título ha permitido a la Editorial establecer un precio muy asequible, con la particularidad de precios especiales por cantidades. Todo esto y un tipo de letra grande y fácil de leer hacen de este libro la obra ideal que estábamos esperando para ofrecer a quienes están "ante la puerta estrecha".