Representar de una forma bíblica, verídica y sencilla a la persona de Cristo es la base esencial de nuestra comprensión espiritual, que abre la puerta a la verdadera adoración como creyentes. Como el autor dice en su prologo: "Si la exposición ha de gloriarse de algo, ha de ser de su propia sencillez"El cuadro escueto, nítido, de rasgos destacados de Marcos lo señala como "El Evangelio Fundamental". Desde el primer momento, cuando redactaba unas notas para estudiantes en clases presenciales y por correspondencia, Trenchard estaba animado por el convencimiento que motiva a los maestros cristianos genuinos: "Sin un conocimiento personal de Cristo, el centro de la revelación de Dios, y sin una cristología adecuada, el estudiante no puede llegar a tener una comprensión exacta de las Sagradas Escrituras". Este comentario capta la trayectoria, el carácter y la misión de salvación de aquel Siervo del Señor con la sencillez de la maestría de Trenchard.