Entresacamos del prólogo del autor estas palabras que nos acercan al nervio de la obra: "Un importante tema flota en el aire y tiene mucho que ver con la rápida expansión del fenómeno cristiano. Seguramente fue muy alto el porcentaje de judíos que se hicieron bautizar. Mayor aún sería el de los prosélitos y simpatizantes del monoteísmo judío. Con datos así por delante, no es extraño que el sector que no se abrió a la propuesta de Jesús viviera esta realidad como un lamentable cisma que había saltado a la competencia. Pero hay más. El país de los judíos había sido terriblemente sacudido, su pluralidad religiosa barrida, su templo destruido. Sólo el partido fariseo pudo tomar las riendas de los que se habían instalado en su identidad abrahámica, mientras que el otro sector, el cristiano, se abría a la nueva identidad adánica que Jesús había proclamado. ¿Cuál de los dos era el verdadero heredero del judaísmo? Un judaísmo no derogado, sino plenificado en Jesús, va a ser el tema central de esta presentación de la buena noticia que hace Mateo. No en vano trae 41 citas de las Escrituras Sagradas de los Judíos, de las que 20 son exclusivas suyas en el N. T. (las otras 21 las comparte con Marcos y Lucas)..." Quizá presenten especial interés en este ensayo el comentario de al Sermón de la Montaña, a los pasajes de Jesús con Pedro, al tema de la venida del Hijo del hombre, así como la sistematización de la obra.