Información Extra
Ningún libro de oratoria, tratado de homilética o recopilación de sermones, logrará superar jamás la lección magistral que nos brinda el Maestro de los maestros con el método, tan simple como eficaz, de comunicar el mensaje del Reino a los oyentes de su época: las parábolas. Historias cortas de la vida real, convertidas por analogía o similitud en ejemplos de las grandes verdades morales y espirituales.
Tan estrechamente ligadas van a su enseñanza y vida, que incluso la alta crítica, tan aficionada a diseccionar y arrancar una a una las páginas de los evangelios, no duda en admitir que si algo podemos adscribir confiadamente al Jesús histórico y considerarlo como auténticas palabras salidas de su boca, son las parábolas. Y entre todas forman un sólido armazón que comprende la franja completa de su mensaje.
En consecuencia, su estudio siempre ha sido vital para toda persona involucrada en el mensaje cristiano y su transmisión a los demás: desde el teólogo ocupado en analizar la visión cristológica de Dios al predicador interesado en hacer el mensaje de salvación más comprensible a sus oyentes; desde el maestro falto de recursos para explicar los niños verdades espirituales difíciles de entender al simple creyente ansioso de aplicar de manera práctica los principios cristianos a la realidad del día a día.