Información Extra
A lo largo del I milenio a. C. las comunidades indígenas asentadas en la Serranía de Ronda entraron en contacto con los colonizadores fenicios llegados del otro extremo del Mediterráneo. Como resultado se produjo un amplio desarrollo económico y social con la introducción de nuevas técnicas como pueden ser la metalurgia del hierro, las viviendas con esquinas en ángulo recto, el torno de alfarero o la escritura.
Sin embargo, es también ahora cuando se produce un acusado proceso de deforestación, el primero al que asiste esta Serranía, con la proliferación de pequeñas aldeas rurales que ponen en explotación nuevas tierras hasta entonces sin explotar. Estos contactos sirvieron, además, para que estas poblaciones, en las que se advierte un marcado conservadurismo, se introduzcan novedosas ideas y creencias llegadas de Oriente, facilitadas por la instalación de estos navegantes semitas en las desembocaduras de los ríos cercanos.
En este libro se examina, de forma amena pero rigurosa, lo que sabemos acerca de los asentamientos y necrópolis que jalonaron la Serranía rondeña durante aquellos siglos, así como de las actividades económicas con que subsistían o los diversos objetos que utilizaban en sus actividades cotidianas, muchos de ellos obtenidos gracias al comercio con los fenicios.