Dos amigos, investigadores y expertos en lenguas antiguas, enemigos de la religión, en especial, de la Iglesia Católica, están urdiendo un plan para dar al traste con los dogmas y preceptos del Vaticano, intentando desprestigiar en lo posible a todo el colegio cardenalicio y a la comunidad católica. Uno de ellos desaparece. Pasados unos meses el amigo le encuentra encerrado en un monasterio como monje de clausura, y el contacto se pierde durante quince años, hasta que vuelven a encontrarse; pero esta vez se trata de asistir a su funeral. La Iglesia deposita una extraña caja en manos del que queda vivo, para que inicie una ardua investigación sobre la misma, ya que se piensa que contiene documentos muy valiosos para la fe de la cristiandad. Nadie ha conseguido abrirla hasta ahora y él, intrigado y sabiendo además que ese objeto es el que transformó totalmente a su amigo fallecido, acepta el desafío. Sus primeras pesquisas le llevan a la sospecha de un acontecimiento que podría cambiar radicalmente muchos de los conceptos sobre los que se ha desarrollado la historia: la herencia dejada a los Apóstoles, el libro del Apocalipsis, escrito por Jesucristo. A partir de aquí, le sucederán un sinfín de aventuras, desafíos y peligros relacionados con el contenido.