la Biblia es la Palabra de Dios porque contiene palabras de Dios Con este inquietante axioma, Bernardo Serrano, nos introduce en el fascinante mundo de la inspiración, redacción, transmisión y comprensión del texto bíblico. Este libro que tiene en sus manos, está llamado a convertirse en un documento de referencia para eruditos en el Antiguo Testamento y traza, para estudiantes y curiosos, un punto de partida que transformará su tradicional manera de interpretar el Pentateuco y por extensión el texto bíblico. Adentrarse en los pormenores de la composición de la Torah, es desentrañar la Historia, es acercarnos a la mente de Dios y a su peculiar manera de hacer las cosas; es, en definitiva, descorrer velos de ignorancia para ser libre, porque "La mentira nos hace esclavos" Negarse a reconocer las evidencias que el avance científicos hace patentes, porque contradicen nuestras creencias, no es una actitud piadosa sino, cuanto menos, de necios. Es cierto que nos gusta asentar nuestros planteamientos sobre bases solidas, pero repetir hasta la saciedad una equivocación no la hará verdadera, y pensar que nuestra Fe pudiera verse comprometida al descubrir que algo en lo que creemos resultará no ser exacto, es haberla depositado en un fundamento que no es, sin lugar a dudas, la Roca inmutable de los tiempos. Recordando a D. Samuel Vila "el conocimiento plantea dudas que la ignorancia jamás resuelve" En el Principio Dios creó En el principio era el Verbo