Leer obras de Bernardo Serrano conlleva siempre una enorme dosis de sorpresa y desafío. Sorpresa porque, lejos de la farragosa verborrea técnica que colorea tantos trabajos sobre la Biblia publicados hoy en día, se expresa en un estilo muy propio, muy personal (¡parece que nos esté hablando directamente con su gracejo andaluz!) en el que sabe aunar con el rigor académico la sencillez y la llaneza tan necesarias en el maestro, el docente, máxime cuando se ocupa en instruir sobre la Palabra de Dios. Y desafío porque, rompiendo sin temor alguno moldes y clichés anquilosados de épocas pretéritas, pero aún desgraciadamente muy presentes en ciertos círculos religiosos de nuestros días, introduce con una audacia inaudita las aportaciones de la crítica y la investigación modernas sin perder nunca de vista ese delicado hilo conductor que hace de la Santa Biblia algo más que un simple producto literario humano. Ardua tarea la del maestro Bernardo Serrano, sin duda alguna, y la mejor evidencia de ello la encuentra el amable lector en esta historia patriarcal que ahora tiene en sus manos. Los capítulos 12-20 del libro del Génesis contienen el meollo de la Historia de la Salvación; más aún, la inician, en opinión de muchos expertos. No resulta fácil incidir de nuevo en relatos y narraciones tan conocidas, tan manidas incluso, que han marcado desde hace siglos el pensamiento del mundo cristiano, y sobre todo darles un enfoque atrayente para, además, extraer de ellos retos que conmueva al lector contemporáneo. Pues bien, Bernardo Serrano lo ha conseguido. De ahí que esta obra representará para más de un lector un marcado punto de inflexión en su modo de entender y enfocar las historias bíblicas. Supondrá una evidencia más del poder real de las Sagradas Escrituras para sorprender, cautivar y, por encima de todo, señalar el camino hacia aquel gran descendiente de Abraham, Isaac y Jacob que un día vendría a este mundo con el único propósito de plasmar en su propia persona el amor infinito de Dios por todos los seres humanos. Rvdo. Juan Mará Tellería Larrañaga. Rector del Centro de Investigaciones Bíblicas (CEIBI)